Óscar Iván: Definitivamente volver a encontrarnos hace pensar y hacer un pare en el camino lento. Mis días están pasando con algo que trabaja más rápido que yo, el comején en la madera. Además de muchas tejas que requieren cambio, ahora que nos acompaña todos los días la lluvia. Trabajar 15 horas en la semana está de lujo, pero se atraviesan actividades físicas de cuidado en la casa y va pasando el tiempo, que a duras penas, tomo ratos para seguir escribiendo las respuestas de un libro en blanco que mi hija me obsequió con el fin de devolverlo,donde en las noches me dedico a rellenar y a pasarla más tranquila. Además de tener en cuenta los pedidos remingosos de las tías sobre el patrimonio, cosa maluca, pues el cuento de guardar facturas hace tedioso los días y ganas de entregar la responsabilidad a otros pero nadie quiere tomar las riendas. Un abrazo, Luz
Hola, Luz! Me parece muy chévere que siga escribiendo las respuestas en el libro que le obsequió su hija y que siga viviendo en ese pueblo de vida lenta que es Pijao. El sueño de las 15 horas laborales por semana no necesariamente incluye el sueño de un trabajo que nos llene jajaja Siga disfrutando de sus gallinas y los amaneceres montañosos. Un abrazo desde Santa Marta
Óscar Iván: Definitivamente volver a encontrarnos hace pensar y hacer un pare en el camino lento. Mis días están pasando con algo que trabaja más rápido que yo, el comején en la madera. Además de muchas tejas que requieren cambio, ahora que nos acompaña todos los días la lluvia. Trabajar 15 horas en la semana está de lujo, pero se atraviesan actividades físicas de cuidado en la casa y va pasando el tiempo, que a duras penas, tomo ratos para seguir escribiendo las respuestas de un libro en blanco que mi hija me obsequió con el fin de devolverlo,donde en las noches me dedico a rellenar y a pasarla más tranquila. Además de tener en cuenta los pedidos remingosos de las tías sobre el patrimonio, cosa maluca, pues el cuento de guardar facturas hace tedioso los días y ganas de entregar la responsabilidad a otros pero nadie quiere tomar las riendas. Un abrazo, Luz
Hola, Luz! Me parece muy chévere que siga escribiendo las respuestas en el libro que le obsequió su hija y que siga viviendo en ese pueblo de vida lenta que es Pijao. El sueño de las 15 horas laborales por semana no necesariamente incluye el sueño de un trabajo que nos llene jajaja Siga disfrutando de sus gallinas y los amaneceres montañosos. Un abrazo desde Santa Marta
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