Decálogo del buen vivir
Las situaciones límite nos permiten ver con mayor claridad
Hola, te saluda Óscar Iván Pérez H. y te doy la bienvenida a Quietud y Movimiento, la newsletter en la que comparto historias, experiencias y reflexiones sobre el nomadismo en la era digital.
El viernes 13 de octubre de 1972 un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en la Cordillera de los Andes. En el impacto murieron 12 personas. Otras morirían días después a causa de las heridas y las condiciones adversas de una sierra nevada de más de 3.600 mts de altura y temperaturas por debajo de los 0 ºC. El vuelo había partido de Montevideo con el equipo juvenil de rugby Old Christians Club, algunos familiares, simpatizantes y amigos. De los 45 uruguayos que abordaron el avión rumbo a Santiago de Chile, solo 28 volvieron a casa… más de 72 días después. En la montaña no tuvieron comida, bebida ni equipos apropiados. Sobrevivieron gracias a los liderazgos que surgieron, el equipo que conformaron y las ganas de vivir.
La historia es bastante conocida dentro y fuera de Uruguay. Sin exagerar, el accidente aéreo partió en dos la historia reciente del país. Fue hace 50 años, pero todavía está viva en las personas que regresaron y en las familias de quienes se montaron al avión. Los medios internacionales cubrieron la noticia y estuvieron presentes en la rueda de prensa que dieron los sobrevivientes al volver al país a finales de diciembre de 1972.
Son innumerables los libros, artículos, películas, documentales, entrevistas y demás formatos en los que se ha contado la historia, una y otra vez. Pero yo no la conocía hasta que escuché el podcast Supervivientes: la Odisea de los Andes. O, mejor dicho, no recordaba que la conocía hasta que escuché el podcast y despertó en mí imágenes de ¡Viven!, esa película que daban en la tele cuando yo era un niño, y testimonios de Del otro lado de la montaña, el libro de María Perrier que comparte el sentir de los familiares de las personas que iban en el avión.
Supervivientes es un podcast documental que narra la historia del accidente a partir de los testimonios de los sobrevivientes ofrecidos en 1972 y ahora, así como de las voces de sus familiares y otros actores clave. En los seis primeros episodios cuenta los hechos de los 72 días de incertidumbre a ambos lados de la montaña y en el séptimo ofrece una mirada retrospectiva de los 50 años.
El último episodio me confirmó una idea que venía pensando desde antes: la Odisea de los Andes, más que una historia de sobrevivencia, es una historia sobre el arte de vivir. Estos chicos se enfrentaron a sucesivas adversidades que no mermaron sus esperanzas ni deseos de seguir viviendo, sino que los acrecentaron. Las situaciones límite a las que se vieron expuestos los llevaron a superarse a sí mismos y a ver la vida con una sabiduría que Roy Harley, uno de los sobrevivientes, sintetiza en este Decálogo del buen vivir:
Valorar el momento en que vivimos.
Trabajar con pasión hace que la gente te respete.
No esperar ayuda de afuera (o gestionar el cambio desde adentro).
Romper los pequeños grupos, mantenerse unidos.
Encarar los problemas paso a paso.
Valorar las pequeñas grandes cosas que tenemos.
No subestimar a los otros ni a nosotros mismos.
No quejarse (si algo no te gusta, ¡cámbialo!).
Mantener las esperanzas.
Agradecer más.
El Decálogo ha resonado mucho en mí porque convertirme en nómada digital fue, en últimas, una apuesta por llevar un estilo de vida con el que me sintiera más satisfecho. Y me ha servido bastante, aunque todavía me falta camino por recorrer.
Quizás en lo que más he progresado es en valorar más los privilegios que tengo, en agradecer –a la vida, a los otros, a mí mismo– por lo que estoy viviendo y en evitar quejarme (tanto) por los aspectos que no me gustan de la vida. Mi reto personal de 2023 es estrechar los lazos que me unen a los otros y convertir en realidad la posibilidad de conseguir mejores trabajos online.
El cierre de año me parece una fecha ideal para hacer balances de nuestras vidas y proyectarnos hacia un mejor estado. Por eso quise compartir esta reflexión hoy que envío el último mensaje de 2022.
Te deseo lo mejor para el año que viene.
Para seguir explorando Supervivientes y el arte de vivir…
En Supervivientes: el podcast que narra la odisea de los Andes, conversé con Juan Andrés Elhordoy, el director del proyecto, acerca de los elementos que diferencian a este show de otros productos que han contado la historia.
En La Odisea de los Andes, 50 años después, María Alejandra Acosta entrevistó a María Perrier sobre su participación como editora del guion del podcast y su libro Del otro lado de la montaña.
Supervivientes es un podcast exclusivo de Podimo. Si no estás suscrito a la plataforma de escucha, puedes hacerlo gratis por 60 días a través de este enlace.
El Decálogo me hizo recordar las cinco cosas de las que más se arrepiente la gente antes de morir, unas ideas a las que llegó una enfermera tras cuidar a muchas personas en sus últimas semanas de vida. Puedes verlo en esta Charla TED o leerlo en este artículo. Los arrepentimientos son:
No haber sido fiel a mí mismo.
Haber trabajado tanto.
No haber expresado mejor lo que sentía.
Haber dejado de lado a mis amigos.
No haber sido más feliz.
Veo el listado de arrepentimientos como el anverso del Decálogo, pues siento que son dos caminos complementarios que se puede recorrer para llegar a estados similares de satisfacción personal.
¿Tú qué opinas? ¿Cuáles son tus principios del buen vivir? ¿Te arrepientes de algo que hayas hecho? Cuéntame en los comentarios de abajo o en un mail, y te responderé.
Un abrazo y gracias por leer hasta aquí,
Óscar Iván
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A veces vivo pensando en el futuro, en lo que tengo que hacer el día siguiente, el mes siguiente, los compromisos pendientes, que paso por alto muchas cosas y dejo de vivir el presente.
Ese accidente te hace pensar mucho sobre la vida y lo que estas dispuesto hacer para sobrevivir, me ire a escuchar el podcast, super recomendación, gracias Oscar!