¿Cómo salvar las tortugas de río?
Reportaje gráfico de un proyecto comunitario en Córdoba, Colombia
Si estás leyendo en computador o tableta, dale clic al título del mensaje para que puedas ver las fotos más grandes.
Dedicado “in memoriam” a Rodrigo Negrete Cantero, líder de la comunidad de Cotocá Arriba, Córdoba
1. Recolecta los huevos en las playas del río Sinú
Con la primera luz del amanecer, Rodrigo y Antonio caminan las playas del río Sinú en busca de nidos de tortugas. Siguen los rastros y señales que éstas han dejado en la arena, como una dupla de detectives obsesionados con resolver un caso. Lo hacen con los pies descalzos, para sentir los cambios de humedad y compactación de la arena que tienen los nidos recién creados. En la noche, desde diciembre y durante los primeros meses del año, las tortugas ponen entre 15 y 20 huevos en nidos que cavan con sus patas traseras y cubren de nuevo al terminar. En algunas de las playas, ellos encuentran rastros de tortugas que se arrastraron por la arena pero no se sintieron cómodas para depositar los huevos: si escuchan ruidos cercanos o perciben algún movimiento, las tortugas prefieren volver al río. Los huevos se sacan de los nidos uno por uno y se ponen en la misma posición en que fueron encontrados, sobre capas de arena de playa y dentro de neveras de icopor, para evitar que el embrión se desprenda de la burbuja de oxígeno y muera.
2. Cuida los huevos en un lugar adecuado
En la cabaña de Econbiba (Ecoturismo para la conservación de la biodiversidad de Bañó), Diana y Yuli reciben los huevos de los nidos que han sido encontrados esa mañana en las playas del río Sinú. Diana traslada los huevos de las neveras de incopor en que se trajeron a cajas de plástico con una capa de arena de río en el fondo. Los huevos son ubicados en la misma posición en que se trajeron. Yuli luego los mide y los pesa, y anota los resultados en un cuaderno a rayas, con la paciencia y la precisión de un contador. Luego, Diana y Yuli depositan los nidos en la incubadora, un pequeño cuarto con repisas metálicas en el que se monitorea la temperatura para evitar que suba o baje demasiado, pues eso podría alterar la proporción resultante entre machos y hembras. Los huevos estarán bajo su cuidado por cerca de 55 días hasta que eclosionen. Luego los neonatos serán alimentados por un mes o un poco más, antes de que se liberen en la misma playa del río en que fueron encontrados.
3. Promueve el amor por las tortugas
La cabaña de Econbiba ofrece servicios de incubadora de huevos de tortuga, educación ambiental, alojamiento y restaurante para turistas y estudiantes de colegios y universidades. En su lago nadan tortugas de río de distintas edades y tamaños. Dentro y fuera de la cabaña, cuelgan vallas que describen el proyecto de conservación de tortugas de río y las características y hábitos de estos reptiles con caparazón. Allí se pueden aprender cosas como estas:
La tortuga de río (podocnemis lewyana) es una especie endémica de Colombia que habita las cuencas de los ríos Sinú y Magdalena, y está en peligro de extinción. Sus huevos son comidos por los habitantes de las zonas ribereñas y por animales silvestres o domesticados por el ser humano. Algunos huevos también se pierden por las inundaciones artificiales y contra estacionales que genera, aguas arriba, la Central Hidroeléctrica de Urrá. Al eclosionar en su ambiente natural, algunas tortugas mueren en el nido debido a malformaciones o son comidas por depredadores naturales del río, como babillas, nutrias y peces. Si llegan a la adultez, las tortugas pueden ser cazadas para el consumo de su carne —en la región, su demanda tiene un pico en las celebraciones de Semana Santa— o mantenerlas como mascotas en las casas —aunque ya no es tan frecuente—.
4. Libera las tortuguitas en las playas donde fueron encontradas
Con la colaboración de niños, niñas y adolescentes de la comunidad local, las tortuguitas se ponen en la arena para que busquen el agua y se vayan nadando. A partir de este día, tendrán que valerse por sí mismas. Ya no serán alimentadas por otros, ni protegidas de los peligros de la vida. Ahora estarán expuestas a los depredadores naturales que habitan el río y a los humanos que roban sus huevos y comen su carne. Su estrategia evolutiva para la supervivencia ha consistido en crecer rápidamente, de tal forma que peces grandes y babillas ya no las puedan comer. Aún así, se estima que apenas 1 de cada 100 tortugas alcanzará la madurez. En esta liberación —una de las tantas que hace Econbiba cada año— se devolvieron 200 tortuguitas al río. Con algo de suerte, en los próximos años el programa de conservación de tortugas del río Sinú incubará los huevos puestos por algunas de ellas.
5. Apoya las iniciativas comunitarias de desarrollo territorial sostenible
El proyecto de conservación de tortugas de río es una iniciativa de la comunidad de Cotocá Arriba, a 15 minutos del centro de Lorica, Córdoba, que busca el desarrollo territorial sostenible. Tiempo atrás la comunidad vivía de la pesca, pero el recurso ahora es escaso tanto en las aguas del río que la bañan como en las aguas de las ciénagas que la rodean. Si quieres conocer el proyecto, escríbeles por Instagram (@econbiba), por mail (econbiba@gmail.com) o por wasap +57 3215101331.
Epílogo
Conocí el proyecto en marzo de 2021, cuando aún estaban recolectando huevos en las playas, y volví en junio del mismo año para ver las tortugas nacer y acompañar una de sus liberaciones. Si quieres ver más fotos y leer más historias de Cotocá Arriba, haz clic aquí.
¿Quieres ayudarme a sacar adelante Quietud y Movimiento? 🚀
Lo puedes hacer de muchas formas:
📨 Lee los mensajes cada vez que los envíe y dales like ❤️
📝 Déjame un comentario abajo o respóndeme por mail 📩
🫂 Comparte los posts con tus amigos y en redes sociales 📣
🧠 Contrátame como consultor, redactor o tallerista. Aquí mi perfil profesional 🧑🏻🏫
Tu fotografía se supera cada vez. Admiración total por tu pasión inquebrantable. Un abrazo amigo querido.
Qué bonitas las fotos de las tortugas, me emociona sobre todo esa en la que rompen el cascarón y empiezan a salir. Me encanta que existan proyectos como este, y me encanta sobre todo que no sean la excepción, que estén por todas partes, involucrados en todo tipo de causas sociales y ambientales. Oímos hablar en los medios casi únicamente de lo malo que está pasando ahí fuera y es maravilloso cuando nos comparten historias bellas como esta. Un abrazo! M.